Austral Falcon

La transformación digital llegó para quedarse y las empresas que la adoptan no están pensando precisamente en el presente, sino en el futuro.

 

Esta transformación sin precedentes involucra a la industria agrícola, la que debe evolucionar aplicando capacidades digitales a sus procesos y productos para enfrentar la competitividad del mercado.

 

Si bien en un comienzo las empresas agrícolas adoptaron las herramientas digitales con la finalidad de aventajar a sus competidores, actualmente estas tecnologías son necesarias para no caer en la obsolescencia y optimizar procesos, creando métodos más rentables. 

La revolución de la agricultura 

 

Desde una gran parte del siglo XX, la tecnología ha jugado un rol imprescindible en la evolución de la agricultura y, a partir de la época actual, los avances en la industria demuestran que solo a través de la innovación es posible lograr los objetivos más complejos, como:

  • Cumplir con la alta demanda poblacional.
  • Generar un margen de ganancias competitivo.
  • Reducir el impacto medioambiental de las actividades de cosecha y recolección.

 

La agricultura digital surgió como una manera de aprovechar los datos y la información recolectada en las cosechas para acelerar la productividad, además de optimizar los servicios y productos entregados a los consumidores.

 

Estas innovaciones llegan a hacer frente a la forma habitual que tiene la agricultura para usar las tecnologías, que normalmente se centra en los tipos de recolección de cosecha, la planificación o la siembra. 

La digitalización: El siguiente paso para la industria

 

A través de las distintas técnicas de monitoreo de datos y análisis de métricas, la agricultura digital hace posible generar reportes muy precisos, permitiendo a los agrónomos comprender las condiciones de las plantaciones y elaborar estrategias que se adecuen a las múltiples variables que deben manejarse en el trabajo diario.

 

Ya sea en huertos tradicionales o en granjas de gran tamaño, adoptar metodologías de digitalización representa una aceleración que está impulsando a este sector hacia nuevos niveles.

 

Lo que este rubro no está comprendiendo es que el siguiente paso ya está aquí, y se trata de combinar la Inteligencia Artificial con los procesos de la industria, buscando dejar atrás la incertidumbre con la que actualmente se planea la siembra. Además, la aplicación de IA en la agricultura logra algo que hasta hace unos años parecía impensado: Entregar datos precisos y fáciles sobre los resultados que tendrá una cosecha, haciendo el trabajo mucho más simple, ya sea en la recolección, administración, movilización o venta de los productos.

 

Al final, la tecnología transforma los tradicionales métodos manuales por medio de soluciones integrales, que cumplen con los requisitos técnicos de la industria y que, a su vez, innovan todos los procesos agrícolas, encontrando en los cultivos la información necesaria para tomar las decisiones más inteligentes.